miércoles, 2 de marzo de 2016


Y EL OSCAR ES PARA...

          Lo estaba esperando desde hace mucho tiempo, desde su primera nominación a los Oscar por Titanic en 1997. El duro público, sus enemistades, las redes sociales y hasta la propia Academia de Cine se reían de él. Pero este año Leonardo Dicaprio quiso darle en las narices a toda esa mala gente, ¡era su momento! ¡Qué emoción!
          Llegó el momento de nombrar a los nominados a mejor actor y su nombre estaba entre ellos. La expresión en su cara parecía tranquila pero por dentro corrían rápido sus nervios. La joven actriz, que tenía que anunciar el ganador, quería dar emoción al momento, podía ganar cualquiera. Parecían pasar los años hasta que por fin... ¡Leonardo DiCaprio! - dijo la portavoz del afortunado.  
         Leo casi no podía ni creerlo, pero por si acaso se había preparado un discurso que dejaría a todo el mundo boquiabierto. Hasta que no tuvo la pequeña figurita dorada en sus manos no se dio cuenta de cuántos años había esperado este momento. Tuvo que respirar dos veces antes de reproducir el discurso. Nadie daba crédito a las bonitas palabras que estaban escuchando, ahí todos supieron que no solo merecía el Oscar por buen actor, sino por buena persona también.

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